martes, 15 de marzo de 2011

Sin título

No te escribo con la intención de que me respondas, ni mucho menos, tampoco con amor, remordimiento o lo que sea... Te escribo sólo porque estos últimos días te he recordado bastante y me dio por buscarte por FB.

No para agregarte como amigo ni pretendiendo que nada pasó entre nosotros hace muchísimo tiempo, sólo para dejarte saber que a veces me acuerdo de ti y te pienso a solas, y mi imaginación vuela y pienso que hubiera pasado si hubiéramos tenido ese hijo.

Hoy es una de las últimas tardes de invierno (o al menos, eso espero) en Seattle, y pienso que nos hicimos mucho daño, que nos lastimamos y no nos importó nada, ni siquiera nosotros mismos.

Es raro escribirte porque sé que probablemente para ti dejé de existir en el momento mismo en que terminamos, lo hago no sé por qué, porque soy así, porque me gusta pensar en el pasado y porque no fuiste un cualquiera en mi vida, sencillamente, ibas a ser el papá de mi hija (o), por eso creo que una cosa así no se borra tan fácil del corazón de una mujer.

Aunque sé que muchas veces dudaste de mi fidelidad quiero que sepas que nunca hice nada que pusiera en riesgo la relación que tuvimos... Que te amé con locura y pasión, sé que te lastimé y fui una mierda en más de una ocasión, pero ya no sirve de nada lamentarse del pasado, te ofrezco disculpas (tarde, pero a tiempo).

Y ya


No hay comentarios: