miércoles, 17 de agosto de 2011

Desde el centro

Desde St. Louis, MO, decido retomar el blog porque estas casi dos semanas en las que he estado aquí las cosas han sido bastante curiosas con respecto al pasado... De repente, todos quieren ser mi presente, valga la pena aclarar, que es cuando tienen unos tragos encima, o bueno, por lo menos ese es el caso de Juan, este fin de semana fue puente en Colombia, así que él se fue para Villavicencio y empezó a escribirme diciéndome que me extrañaba, que yo sabía que era su primer y gran amor, que iba a venir por mí ja ja ja, excelente!! Obvio, duró sólo por una noche en la que me imagino, estaba lo suficientemente alicorado para decir esa clase de cosas.

Entonces aparece otro más y me entero que ahora es papá, Leonardo, me habla de "mi bebe" y "mi muñeca", le digo "no me digas así, que yo ni lo uno ni lo otro", entonces empieza a preguntarme si tengo experiencia con niños, a lo que respondo que sí, que a eso es a lo que me estoy dedicando en este momento, a cuidar chiquitines, pero que aunque lleve casi un año haciéndolo, mi instinto maternal está prácticamente muerto, es decir, no hijos, al menos, no por ahora.

Hablo con ellos y leo lo que escriben, les hago también mil preguntas, tal vez sólo con la intención de alimentar mi ego y saber que si dejé huella, que marco la vida de una u otra manera. No estoy interesada en ninguno de los dos, porque para mí, sólo existe un hombre, Camilo, mi novio y futuro esposo, y ya es oficial porque tengo un anillo, lo amo mucho, tanto como una mujer puede amar a su príncipe azul, literalmente, es azul porque estudia medicina, y de ese color es su uniforme.